Es un sistema alimentario que considera los elementos y actividades interconectadas que permiten la producción, transformación, distribución, comercialización, consumo y eliminación de los alimentos (Melece, 2012) donde el componente más importante es una triple proximidad: geográfica, social y cultural.
La proximidad geográfica se entiende como una cercanía en términos de distancia espacial entre las zonas productivas y las zonas de consumo.
La proximidad social se entiende como la cercanía entre las personas que producen y aquellas que consumen, lo cual se traduce en reducir o eliminar los intermediarios que hacen encarecer más los alimentos y dificultan la vinculación de consumidores con los territorios productivos.
Por último, la proximidad cultural habla de la vinculación de los alimentos a tradiciones y la historia del territorio local.
