SÍNTESIS DIAGNÓSTICO ESAL

A partir de los diferentes levantamientos de información se formuló una matriz FODA a fin de realizar un análisis de la situación y definir los pilares, lineamientos y acciones estratégicas de la ESAL. Las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que se presentan a continuación son el conjunto de aquellas que fueron identificadas por sistema alimentario y categorizadas según los ámbitos de diagnóstico con los cuales se relacionan. La numeración de los enunciados es aleatoria y no coincide con su importancia o priorización.

  1. Falta de organización de base y relaciones de colaboración horizontales.
  2. Existencia de ambientes alimentarios obesogénicos y desiertos alimentarios en la ciudad.
  3. Falta de apoyo institucional.
  4. Bajo desarrollo tecnológico y de innovación para la sostenibilidad de la agroecología.
  5. Dificultad para superar la influencia de modelos de producción convencionales y poder transitar hacia la agroecología.
  6. Baja competitividad de productos agroecológicos o campesinos frente a productos convencionales.
  7. Bajo uso de semillas propias y dependencia de insumos agrícolas.
  8. Desventaja de las comunas urbanas por ausencia de Prodesal en municipios.
  9. Diferencias en el estado de formalización de los productores.
  10. Dificultades en la obtención de resoluciones sanitarias.
  11. Disminución de la producción local en época de invierno.
  12. Envejecimiento poblacional y falta de recambio generacional en la producción.
  13. Falta de conectividad rural.
  14. Falta de lugares de comercialización.
  15. Formas de comercialización que no se adecúan a las necesidades de los consumidores.
  16. No existe un sistema de gestión de manejo integral de residuos en el AMC.
  17. Pérdida de trazabilidad del origen de los alimentos.
  18. Presencia de intermediarios.
  19. Vulnerabilidad ante la variabilidad del mercado.
  20. Espacios productivos se encuentran dispersos en el territorio.
  21. Altos costos de implementación de plantas de compostaje y reciclaje de materiales inorgánicos.
  22. Escasa trazabilidad de la pérdida y desperdicio alimentario a lo largo de la cadena alimentaria.
  23. Escasas iniciativas por la prevención y reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos.
  24. Escasos mecanismos de reconocimiento de productos locales, agroecológicos y/o campesinos.
  25. Escasos recursos para el financiamiento de sistemas de gestión de manejo integral de residuos.
  26. Existencia de solo un mercado mayorista de alimentos frescos.
  27. Falta de información en torno a impactos ambientales de la agricultura y los alimentos.
  28. Falta de plantas de reciclaje en la región para diferentes tipos de materiales.
  29. Imposibilidad de municipios para generar sistemas de gestión de residuos que generen rentabilidad.
  30. Incipiente digitalización en la comercialización.
  31. Inexistencia de infraestructura y plataformas para la monitorización y manejo de datos de los sistemas alimentarios.
  32. La alimentación y la agricultura son actividades no consideradas en la planificación urbana.
  33. Altos índices de sobrepeso y obesidad.
  34. Gobernanza alimentaria débil y de redes de poca densidad.
  1. Asociatividad y organización de productores locales.
  2. Respaldo y apoyo institucional que da continuidad a las Ferias y Mercados Campesinos.
  3. Economía circular generada desde la reutilización de residuos orgánicos.
  4. Espacios agrarios con una proximidad estratégica a la ciudad que aporta a la seguridad y resiliencia alimentaria.
  5. Asociación virtuosa entre productores locales e intermediarios ambiental y socialmente responsables.
  6. Aumento de oferta de productos locales, agroecológicos y/o con algún grado de alternatividad.
  7. Comercialización de importante diversidad de alimentos de estación.
  8. Espacios agrarios periurbanos entregan infraestructura verde territorial a la ciudad.
  9. Avances en la transición agroecológica.
  10. Valor cultural y patrimonial de espacios agrarios de proximidad, la cultura campesina y el patrimonio alimentario.
  11. Existencia de cultivos con baja o nula aplicación de agroquímicos.
  12. Diversidad de universidades que contribuyen con conocimiento, investigación y desarrollo.
  13. Existencia de iniciativas locales de gestión integral de residuos orgánicos e inorgánicos y la reducción de la pérdida y desperdicio alimentario.
  14. Existencia de iniciativas privadas, comunitarias y públicas que apuntan a la gestión integral de residuos.
  15. Experiencias locales de huertos comunitarios, en establecimientos educacionales y de salud.
  16. Firma de la Carta Agroalimentaria para el Ámbito Metropolitano de Concepción y la Región del Biobío.
  17. Organismos públicos del área de promoción de la salud activos.
  18. Sistema de ferias libres consolidado.
  19. Surgimiento de organizaciones de consumidores.
  20. Vinculación con experiencias internacionales de estrategias alimentarias urbanas en el marco de la ESAL.
  21.  
  1. Desestabilización de cadenas de abastecimiento global de insumos agrícolas por crisis internacionales.
  2. Falta de consciencia ambiental tanto en la población como en instituciones.
  3. Instrumentos de planificación territorial enfocados en la urbanización y no protegen los espacios agrarios.
  4. Baja valoración del trabajo agrícola y productos agroecológicos y/o campesinos.
  5. Cambio climático.
  6. Falta de visión por parte de gobernantes y autoridades del valor estratégico del suelo agrícola para un futuro sostenible y ciudades resilientes.
  7. Patrones de consumo alimentario que tienden a la dieta occidental y poco saludable.
  8. Poder de las grandes empresas de orientar los mercados y la producción agrícola.
  9. Política de escalamiento enfocada en la sectorialización de la producción agrícola.
  10. Presión de cambios de uso de suelo propios de las zonas rurales de la Región (forestal, parcelas de agrado, monocultivos forestales).
  11. Presión de la industria forestal y sus conflictos asociados.
  12. Presión de uso de suelo urbano e infraestructuras en espacios agrarios periurbanos.
  13. Riesgos de desastres socionaturales (incendios forestales, remociones en masa, inundaciones, otros).
  14. Seguridad alimentaria nacional regulada por el mercado.
  15. Trabas legales que dificultan el cierre del ciclo de los alimentos en la ciudad y el retorno de residuos orgánicos como insumo a la producción.
  16. Aumento de frecuencia e intensidad de eventos asociados al cambio climático (aumento de temperatura, concentración de precipitaciones, aumento de plagas y heladas).
  17. Burocracia en la tramitación de pagos en sistema público que ponen en desventaja a pequeños productores.
  18. Normativas que no se adecúan a las realidades territoriales ni a modos de producción artesanales y/o campesinos.
  19. Poder económico de empresas vinculadas a sistemas convencionales de gestión de residuos.
  20. Predominio de hábitos alimenticios no saludables.
  21. Vulnerabilidad ante la variabilidad del mercado externo que afecta el precio de los alimentos.
  22.  
  1. Crecimiento del mercado de consumidores interesados por alimentos saludables y sustentables.
  2. Diversidad de programas de INDAP enfocados al desarrollo de la pequeña agricultura.
  3. Existencia de un centro de formación en agroecología en la Región del Biobío.
  4. Propuesta de reactivación del Mercado Central de Concepción.
  5. Referentes internacionales de los cuales aprender para el desarrollo de los SAL.
  6. Grandes generadores de materia orgánica dentro de la ciudad (Vega Monumental, Ferias Libres).
  7. Avances en materia de digitalización y uso de inteligencia artificial para el desarrollo y fortalecimiento de sistemas alimentarios sustentables y resilientes.
  8. Colapso de rellenos sanitarios que actualmente reciben los residuos municipales del AMC.
  9. Diversas experiencias de políticas alimentarias urbanas a escala internacional.
  10. Existencia de organismos y fondos destinados a la innovación en el ámbito agrario (Fondo para la Innovación Agraria, Instituto Nacional para la Innovación Agraria).
  11. Incorporación de indicadores relacionados con la resiliencia alimentaria en instrumentos de evaluación elaborados por el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano.
  12. Incorporación de la transición agroecológica en los lineamientos ministeriales del Ministerio de Agricultura.
  13. Política pública de fomento de la asociatividad y cooperativismo.
  14. Políticas vigentes que apuntan a la construcción de ambientes alimentarios saludables (Política Nacional de Alimentación y Nutrición).
  15. Publicación de la Estrategia de Sustentabilidad Agroalimentaria en Chile (ODEPA).
  16. Publicación de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos 2040.
  17. Publicación de la Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular.
  18. Publicación de la nueva Estrategia Nacional de Soberanía para la Seguridad Alimentaria.
  19. Vigencia internacional del Pacto de Milán de Políticas Alimentarias Urbanas.
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